Cuando sufrimos una lesión por ejemplo en la rodilla, ocurre un proceso de inflamación casi inmediata al que se le denomina como la “etapa aguda”. Durante esta etapa el cuerpo aumenta la irrigación sanguínea al tejido y envía diferentes tipos de células sanguíneas, a fin de estimular la curación del tejido que fue dañado durante la lesión. Este proceso suele tardar desde unos pocos días hasta varias semanas.

Posteriormente inicia una etapa que llamamos “sub aguda y crónica” en el cual ya no hay datos inflamatorios agudos, pero generalmente queda dolor, inestabilidad articular, disminución de los arcos de movilidad, edema (hinchazón) entre otros, este periodo puede durar de varias semanas hasta mas de un año sobre todo si el cuerpo no es capaz de sanar adecuadamente.

Los tratamientos convencionales para las lesiones en el sistema músculo esquelético se centran en el uso de medicamentos antiinflamatorios, ejemplos de estos serian: diclofenaco, naproxeno, sulindaco, meloxicam, celecoxib, indometacina, ketoprofeno y cortisona entre otros.

Los medicamentos antiinflamatorios (desinflamatorios) tienen efectos secundarios como la toxicidad hacia el cartílago, gastritis y ulcera gástrica entre otros.

Es importante mencionar que la respuesta inflamatoria ocurre en nuestro cuerpo porque es el proceso por el cual nuestro organismo repara el daño causado en el tejido, por lo que limitarla o suprimirla tomando desinflamatorios, podría ser, en muchas ocasiones, una mala idea.

En el tratamiento con proloterapia se estimula la proliferación de tejido sano. Esto ocurre inyectando en el área afectada soluciones proliferantes, como la dextrosa, morruato de sodio, glicerina y fenol entre otros componentes importantes. Estas soluciones al ser colocadas en el área lesionada estimularan una inflamación transitoria en donde se estimulará la llegada de células de reparación y de síntesis de colágena ocasionando una disminución del dolor y aumento de la estabilidad articular.

Las proloterapia de forma general no es dolorosa ya que es un procedimiento que se realiza bajo anestesia local. Sin embargo, es esperado una inflamación en el sitio de aplicación de inicio en las primeras horas posterior a la inyección y que suele durar en promedio 72 hrs, por lo que se es aconsejable que después de una sesión de proloterapia se programen para al menos 48 a 72hrs de reposo. Posterior a esto, el dolor ira disminuyendo de forma gradual pero constante durante las siguientes 4 semanas, periodo en el que se debe de realizar una nueva evaluación para poder ponderar los resultados del tratamiento.

De forma general un paciente ocupa entre 3 a 6 sesiones de proloterapia, siempre y cuando la mejoría sea gradual entre sesión y sesión.

Como pauta general los pacientes reportan una mejoría del dolor de entre el 80 y 100% sin tendencia a la recaída, otros presentan un 50% de la mejoría del dolor. La mayoría de los pacientes se encuentran dentro de uno de estos 2 grupos.

Menos del 5% de los pacientes que reciben tratamiento con Proloterapia reportan no tener mejoría.

Es importante mencionar que cuando un paciente no mejora puede ser por diferentes motivos. Hay personas que no responden de manera adecuada a los proliferantes por tener una baja respuesta de modulación inmunológica, pero generalmente se encuentra en pacientes con patologías crónicas como la diabetes y otros padecimientos inmunológicos en donde el cuerpo no se encuentra apto para curarse de una lesión. Otra de las causas es que no se realice un adecuado diagnóstico.

La proloterapia se puede realizar en pacientes en una amplia gama de casos, debido a la seguridad y nobleza del tratamiento. Desde niños de 9 años de edad que sufren lesiones como el Osgood Schlatter y el Sinding Larsen Johansen (apofisitis por tracción) en donde ocurre lesión del cartílago de crecimiento la cual se asocia a cargas deportivas altas, hasta personas de la tercera edad con dolor articular por desgaste (artrosis). La gran mayoría de los pacientes candidatos son pacientes con dolor en cuello, hombro, costillas, esternón, codo, manos, dedos columna dorsal, columna lumbar, cadera rodillas, tobillos y pies. Este dolor puede ser debido a esguinces, luxaciones, caídas, posterior a una cirugía, etc.

Lo mas importante antes de hacer proloterapia es tener un diagnostico adecuado para que así el tratamiento sea efectivo.

La proloterapia es un procedimiento seguro, simple, efectivo y elegante.